Una ley esperada

Foto: Depositphoto

 

 

El pasado mes de marzo, se promulgó y publicó en el Diario Oficial la ley 21.545, la que constituye un importante paso en la promoción de la inclusión, la atención integral y la protección de derechos en los ámbitos social, de salud y educación de las personas que poseen Trastorno del Espectro Autista (TEA). Éste ha sido definido en el mismo cuerpo legal, como un trastorno correspondiente a una condición del neurodesarrollo en algunas personas, en el que presentan una diferencia o diversidad en este tipo de desarrollo, manifestándose con dificultades significativas en la iniciación, reciprocidad y mantención de la interacción y comunicación social con diferentes entornos, como también en conductas o intereses restrictivos o repetitivos y que varían en distintas áreas de quien lo posee. 

 

En relación al propósito de la ley, el sitio web del Ministerio de Salud, especifica que ésta asegura el derecho a la igualdad de oportunidades y resguarda la inclusión social de los niños, niñas, adolescentes y adultos con TEA, eliminando cualquier forma de discriminación. Agrega además que promueve un abordaje integral de dichas personas en el ámbito social, de la salud y de la educación, junto con concientizar a la sociedad sobre esta temática. 

 

De la misma forma, se considera entre los temas fundamentales de esta ley la aplicación de nuevos principios a sujetar, tales como la intersectorialidad, participación y diálogo social, entre otros.

 

Estimamos que el espíritu de la presente ley, estaría dando respuestas a   inquietudes relacionadas con soluciones que permitan a personas con TEA, acceder con una integración real a distintos quehaceres de la comunidad, en igualdad de condiciones y focalizados en sus talentos y habilidades, para así propender a su felicidad y por tanto a su autorrealización.

 

Nuestra fundación hace eco de esta instancia, en orden a generar oportunidades  dirigidas a estas personas, a la vez que hace hincapié en que el éxito de la apertura de nuevas tareas al amparo de la legislación, dependerá de un trabajo colaborativo, creativo y generoso en conjunto con distintos organismos estatales, privados y otros existentes en cada comunidad. De esta manera, esperamos que así se logrará contribuir en forma más efectiva a los cambios de mentalidad que se necesitan para la integración, donde todos y todas son, sin lugar a dudas, valiosos e importantes para nuestra sociedad.